jueves, 7 de abril de 2011

AMOR

Puede que todos, tras sufrir una experiencia traumática en el amor, nos creemos una barrera que nos permita no a sufrir, aun teniendo que pagar el precio de no sentir. Una barrera por la cual somos felices durante un tiempo, muy felices. Puede que crear esa barrera no sea muy difícil, puede que nos resulte muy fácil vivir así..lo que realmente es difícil, es quitarla. Porque de repente un día, quieres sentir, quieres querer y que te quieran, y es entonces, cuando esa barrera que creaste en tu propio "beneficio" se vuelve más dura. Porque empeizas a plantearte una nueva relación, y eso te hace recordar aquella mala experciencia. Y aunque intentes convencerte de que todo será distinto, que hay que dar segundas oportunidades en la vida, esa barrera ya no te permite ver más allá, ya no te deja abrirte por completo. Yo lo he intentado varias veces, todas en vano. Pero por suerte, creo que sé porqué. Puede que esas personas no sean las adecuadas con las que quitársela, puede que exija mucho, sí, pero es lo que quiero. Es entonces cuando empiezas a ver a alguien de distinta manera. Sientes esas cosquillitas en el estómago por verle, te habla, y te pones tan tonta que parece que eres una cría otra vez..parece que todo es genial, la barrera empieza a desvanecerse y.. bingo! aparece el primer impedimento.
Igual tonto, igual no, pero tú haces un mundo de él, tanto que no te deja ver más allá. Vuelve a taparse la barrera. Intentas alejarte, pero no puedes.

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